El aeropuerto de Logroño-Agoncillo es un saco sin fondo para AENA (Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea), la entidad pública empresarial adscrita al Ministerio de Fomento encargada de gestionar los aeropuertos civiles españoles.
El aeródromo riojano registró al cierre del año pasado unas pérdidas por valor de 5,08 millones de euros, unos resultados netos (después de impuestos) que empeoran en un 14,4% los obtenidos en el 2009, ejercicio que se cerró con unos números rojos de 4,4 millones de euros. Estas pérdidas contribuyeron, en consecuencia, a elevar la deuda acumulada por el aeropuerto riojano, situándola en 63,8 millones de euros, el 29,2% superior a la contabilizada un año antes (49,4 millones).
¿Y qué significa que la terminal de Agoncillo arrastre este lastre? Pues que los resultados que va cosechando año tras año se demuestran absolutamente insuficientes para cubrir las necesidades de financiación acometidas desde mayo del 2003, cuando entró en servicio. Sin embargo, resulta imposible analizar cuál ha sido la evolución de la deuda desde ese primer ejercicio, ya que AENA sólo ha publicado los datos desglosados por aeropuertos del 2009 y del 2010. Con anterioridad informaba de los de toda la red (47 terminales) al completo sin segregar la información por centros.
Agoncillo se encuentra entre los 36 aeropuertos que continúan siendo un quebradero de cabeza para AENA ya que, aunque otras once instalaciones aéreas (Alicante, Bilbao, Fuerteventura, Gerona, Ibiza, Lanzarote, Gran Canaria, Palma de Mallorca, Tenerife Sur, Sevilla y Valencia) son capaces de generar beneficios, el resto arrastra a la red a una situación deficitaria. De hecho, el 2010 se cerró para AENA con un endeudamiento de 12.415 millones (tras crecer el 19,4%). No obstante, y a pesar de que el color rojo dominó en la mayoría de las terminales, la empresa logró moderar el año pasado sus pérdidas hasta los 275,05 millones, lo que representa una mejora del 15,4% respecto al 2009.
El ILS, pendiente
Tanto el Ministerio como el Gobierno regional han manifestado su voluntad de potenciar la actividad de Agoncillo. De hecho, éste fue uno de los asuntos que trataron en enero el ministro José Blanco y el presidente Pedro Sanz durante su último encuentro en Madrid.
Una de las iniciativas barajadas pasa por crear un «órgano de cooperación» entre ambas administraciones. Sin embargo, el factor determinante es que este año finalicen las obras de instalación del sistema de aproximación de aviones ILS, vital para inyectar operatividad al centro. Asimismo, también sería necesario elevar de 5 a 7 la calificación del servicio de emergencia.
El aeródromo riojano registró al cierre del año pasado unas pérdidas por valor de 5,08 millones de euros, unos resultados netos (después de impuestos) que empeoran en un 14,4% los obtenidos en el 2009, ejercicio que se cerró con unos números rojos de 4,4 millones de euros. Estas pérdidas contribuyeron, en consecuencia, a elevar la deuda acumulada por el aeropuerto riojano, situándola en 63,8 millones de euros, el 29,2% superior a la contabilizada un año antes (49,4 millones).
¿Y qué significa que la terminal de Agoncillo arrastre este lastre? Pues que los resultados que va cosechando año tras año se demuestran absolutamente insuficientes para cubrir las necesidades de financiación acometidas desde mayo del 2003, cuando entró en servicio. Sin embargo, resulta imposible analizar cuál ha sido la evolución de la deuda desde ese primer ejercicio, ya que AENA sólo ha publicado los datos desglosados por aeropuertos del 2009 y del 2010. Con anterioridad informaba de los de toda la red (47 terminales) al completo sin segregar la información por centros.
Agoncillo se encuentra entre los 36 aeropuertos que continúan siendo un quebradero de cabeza para AENA ya que, aunque otras once instalaciones aéreas (Alicante, Bilbao, Fuerteventura, Gerona, Ibiza, Lanzarote, Gran Canaria, Palma de Mallorca, Tenerife Sur, Sevilla y Valencia) son capaces de generar beneficios, el resto arrastra a la red a una situación deficitaria. De hecho, el 2010 se cerró para AENA con un endeudamiento de 12.415 millones (tras crecer el 19,4%). No obstante, y a pesar de que el color rojo dominó en la mayoría de las terminales, la empresa logró moderar el año pasado sus pérdidas hasta los 275,05 millones, lo que representa una mejora del 15,4% respecto al 2009.
El ILS, pendiente
Tanto el Ministerio como el Gobierno regional han manifestado su voluntad de potenciar la actividad de Agoncillo. De hecho, éste fue uno de los asuntos que trataron en enero el ministro José Blanco y el presidente Pedro Sanz durante su último encuentro en Madrid.
Una de las iniciativas barajadas pasa por crear un «órgano de cooperación» entre ambas administraciones. Sin embargo, el factor determinante es que este año finalicen las obras de instalación del sistema de aproximación de aviones ILS, vital para inyectar operatividad al centro. Asimismo, también sería necesario elevar de 5 a 7 la calificación del servicio de emergencia.
Fuentes: larioja.com
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